El parapente es un planeador dirigible, semirígido y muy ligero que se maneja fácilmente, y se despega y aterriza con los pies. El mecanismo es simple: el aire entra por la parte delantera e infla el interior de las dos telas, superior e inferior. La tela del planeador actúa igual que el ala de un avión, empujando hacia arriba y permitiendo mantener el vuelo.
El parapente va unido mediante finas cuerdas de material altamente resistente a un arnés en el que el piloto va sentado disponiendo de un mando en cada mano que, al accionar la parte trasera de cada semi-ala, le permite variar la trayectoria de vuelo.
Debido a las altas prestaciones de los parapentes actuales ya no se necesitan pronunciadas pendientes para despegar, basta con una ladera enfrentada al viento que debe tener una intensidad de 10-25 km/h mínimo y máximo 50 km/h. El fácil manejo y la accesibilidad a la zona de vuelo hace que sea uno de los deportes aéreos más accesibles y populares.
Tándem o biplaza, es un parapente diseñado para llevar el peso de dos personas, el piloto y el pasajero, sin necesidad de que el pasajero tenga ningún conocimiento previo de esta forma de vuelo. El despegue se realiza como en un parapente normal y de él se encarga el piloto.
Las competencias de accuracy en parapente prueban las habilidades de aterrizaje de precisión de un piloto. Aunque las reglas pueden variar entre competencias, la idea es aterrizar lo más cerca posible de la diana. Hay varias rondas para determinar la consistencia de las habilidades del piloto, lo cual da a los pilotos la oportunidad de obtener mejores resultados.
Tal y como suena, acrobacia en parapente es más o menos el arte de sacar increíbles movimientos aéreos. Hoy en día hay cerca de 30 diferentes trucos y conexiones de maniobra. Desde su inicio como movimientos "locos" en vuelo, el acro se convirtió en una disciplina seria y muy popular del deporte.
El vuelo de cross-country (XC) es una forma de parapente de larga distancia, en el que se usan corrientes térmicas para obtener la mayor altura posible, y luego salir y deslizarse en la dirección deseada hasta que se pueda encontrar otra subida térmica para continuar el proceso entero otra vez. Vuelos de 100-300 kilómetros (60-180 millas) pueden darse en algunas áreas, y los pilotos pueden permanecer en el aire 7-8 horas o más.